Antes de empezar esta aventura ya sabía que tendía días malos. Pensaba que esos días se centrarían sobre todo en los Sábados, cuando todo el mundo anda de fiesta y yo tengo que conformarme con ver una peli en casa (y eso si he podido bajármela, porque la conexión de casa da verdadero asco). Pero no, un día malo puede ser cualquier día y a cualquier hora. Puede ser un Miércoles a las 12 del mediodía, un Viernes a las 7 de la tarde o un Lunes. Hoy es Lunes.
De repente sientes una angustia horrible y no sabes qué hacer con ella. No puedes hablar con nadie porque tus amigos, tu familia y tu pareja no están. Si, ya se que ahora existe el Whatsapp, el Line y el Skype, y procuro usarlo siempre que puedo. Pero no siempre se puede, y cuando se puede tampoco es lo mismo.
¿Que si he pensado en coger las maletas y volver a casa? Muchas veces. Muchísimas más de las que hubiera deseado en dos semanas. Quiero pensar que es normal. Que vivir fuera de la zona de confort en un país donde no entiendes la lengua, las costumbres y la cultura, requiere un proceso de adaptación mucho más complejo del que había imaginado en un primer momento. Pero he venido aquí con un objetivo y de momento no pienso darme por vencida.
No os haceis una idea de lo que he aprendido estas dos semanas. Y no hablo solo de cosas como mejorar mi Inglés o aprender algo de Turco. Hecho de menos hasta el más mínimo detalle. Hecho de menos hasta el más pequeño de los poros de su piel. De verdad que no tenía ni idea de lo muchísimo que necesito a mi greñudo y de lo muchísimo que aporta a mi vida.
¿Todavía sigues por esta ciudad?
ResponderEliminar¿Todavía sigues por esta ciudad?
ResponderEliminarNo, volví en Julio de 2014 ;)
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